El recién creado Club Hispano Serra para reclutar a más hispanos en el sacerdocio y la vida religiosa está dirigido por el Padre Miguel Solórzano, a la izquierda, pastor de San Carlos Borromeo. Los nuevos oficiales son, de izquierda a derecha, José García, Ana Magadán, Teresa García, Maribel Miranda, Ana González, la presidenta Mayra Meza Suárez, Jorge Suárez, Yolanda Cadena y la asesora de Serra USA Candice Tyrrell. (Foto cortesía de la Iglesia St. Charles Borromeo)
HOUSTON — Según un informe nacional de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (EE.UU.), por cada sacerdote católico en los EE.UU. hay una población de 1,230 católicos, pero la proporción es mucho mayor para los hispanos, solo un sacerdote hispano por cada 9,925 católicos hispanos.
“Existe una gran necesidad de más sacerdotes hispanos” dijo Candice Tyrrel, vicepresidente de membresía del Consejo de Serra Internacional de EE.UU. ¨Necesitamos más sacerdotes desesperadamente, especialmente más sacerdotes hispanos para atender a la creciente población hispana.”
Después de recibir permiso de Daniel Cardenal DiNardo, Tyrell comenzó a trabajar con el Padre Miguel Solórzano, antiguo párroco de la iglesia católica San Carlos Borromeo, y con sus fieles, para crear el primer Club Serra hispano en la arquidiócesis y el primero en los Estados Unidos.
“Cuando el club se haya consolidado, sería bueno buscar miembros de otras parroquias predominantemente hispanas en la arquidiócesis”, recomendó el Cardenal DiNardo.
El padre Solórzano dijo que el nuevo club se ha reunido varias veces para organizar los estatutos y elegir a los dirigentes. El Club Serra, llamado así por el evangelizador San Junípero Serra, es una asociación católica internacional de laicos de todas las edades y condiciones sociales comprometida a promover las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa para hombres y mujeres.
Colaboran con la Oficina de Vocaciones por medio de la oración, diversos programas vocacionales y cuotas anuales de afiliación, además de las donaciones de Serra para apoyar a los seminaristas y otros aspectos que incluyen retiros de discernimiento y campamentos de verano para aprender sobre el sacerdocio.
El Padre Solórzano compartió su experiencia personal y describió haber asistido a un retiro vocacional en Guadalajara como parte de una experiencia “previa al seminario” después del 11o grado de su educación preparatoria (high school).
“Durante el 12o grado asistí a un programa llamado “seminaristas con sus familias” en que nos reuníamos una vez a la semana y teníamos un retiro una vez al mes,” dijo. “Al final de ese año, entré al seminario a tiempo completo, así es que un programa de respaldo después de un retiro vocacional es esencial.”
Pero el Padre Solórzano también advirtió que existen obstáculos académicos y culturales para los que buscan vocaciones en la comunidad hispana.
“Uno de los principales obstáculos es la falta de formación académica”, dijo el padre Solórzano. “Sin un diploma de high school y estado migratorio legal en Estados Unidos, un joven no puede solicitar el ingreso en el seminario.”
Pero hay grupos espirituales que involucran a toda la familia y que atraen a los jóvenes, dijo. Uno de esos grupos es el Camino Neocatecumenal, implementado en pequeñas comunidades parroquiales de hasta 50 personas centradas en su misión. En el 2007 había aproximadamente 20,000 de esas comunidades por todo el mundo, con un número estimado de un millón de miembros católicos.
“La mayoría de las vocaciones al sacerdocio que han surgido de San Carlos Borromeo, han nacido del Camino Neocatecumenal. Los jóvenes que participan en este grupo sienten el deseo de vivir en un seminario que lleva la misma espiritualidad que experimentaron en la parroquia” dijo el Padre Solórzano.
El seminarista Brandon Badillo, de 21 años, dijo que él y su familia se contaban entre los miembros de San Carlos Borromeo que participaron y asistieron al culto con el Camino Neocatecumenal durante muchos años.
Aunque dijo que el grupo tuvo un papel decisivo, Badillo sintió una atracción natural al sacerdocio desde la edad de 7 años. Como miembro de una numerosa familia (él es el tercero de 13 hermanos), el llamado de Dios vino de su corazón.
También asistió a escuelas católicas y sirvió de acólito en las misas de domingo, en bodas y funerales cuando su familia asistía a Prince of Peace en el área de Tomball.
Pero él mantuvo su oración para ser sacerdote en privado, la compartió solo con Dios hasta que asistió a la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá en el 2019.
Badillo compartió su discernimiento con el Padre Solórzano y muy pronto el sacerdote lo contrató para trabajar en las oficinas de la parroquia, así como la transmisión en directo de las misas y ayuda con las redes sociales.
También atribuye al Club Serra el haber fomentado sus estudios y desarrollo espiritual. “El grupo de oración del Club Serra me adoptó y me enviaban tarjetas de apoyo. Candice Tyrrell es muy amable y alegre y el club ofrece donaciones financieras también,” dijo Badillo.
En junio y julio de este verano trabajará en San Ignacio de Loyola en Spring para ayudar en lo que sea necesario y aprender guiado por un sacerdote. Entonces en agosto regresará como estudiante de tercer año al St. Joseph’s Seminary College en Covington, Luisiana, para recibir clases de filosofía y otros estudios antes de transferir a St. Mary’s Seminary en Houston para estudiar Teología.
Durante este proceso que lleva por lo menos siete años de escolaridad, Badillo está orando para ser ordenado en el 2029. Pero dice que dicho trayecto comienza con una familia con fe que eduque a sus hijos en la Iglesia.
“Necesitamos más sacerdotes hispanos porque cada vez hay más hispanos que están pasando a ser la mayoría de los católicos en los EE.UU. Todos los seminaristas en la actualidad tienen que aprender español, pero esa era la lengua que hablábamos en casa. Nuestra comunidad dice: “Necesitamos más sacerdotes, pero no se lleve a mis hijos -- quiero tener nietos,“ describió.
La miembro de la parroquia de San Carlos Borromeo y primera presidente del Club Serra hispano, Mayra Meza Suarez, dijo “Estamos entusiasmados por el lanzamiento del primer Club Serra Hispano. Será beneficioso para todos – toda la comunidad va a tener más vocaciones.”
“Nuestros sacerdotes y religiosas necesitan que les brindemos nuestro amor y aliento en estos tiempos,” dijo ella. “Definitivamente en el trayecto vamos a aprender de nuestro servicio. De hecho, estamos haciendo historia al abrazar este increíble camino por Nuestro Señor Jesucristo.”