Catequesis sacramental

Jesús confió el ministerio de la reconciliación a la Iglesia. El Sacramento de la Penitencia es un regalo de Dios para nosotros, para que cualquier pecado cometido después del Bautismo pueda ser perdonado. En la confesión, tenemos la oportunidad de arrepentirnos y recuperar la gracia de la amistad con Dios. Es un momento santo en el que nos ponemos en su presencia y reconocemos honestamente nuestros pecados, especialmente los pecados mortales. Con la absolución, nos reconciliamos con Dios y con la Iglesia.

Los niños bautizados pueden ser preparados para recibir el sacramento de la Reconciliación, generalmente a la edad de 7 u 8 años. Esta preparación siempre se realiza en las parroquias y suele llevarse a cabo durante el mismo período en que el niño se prepara para la Primera Comunión. Contacte con su parroquia local para obtener información sobre este período de preparación.

Si usted es coordinador parroquial, haga clic aquí para recursos sobre la Reconciliación.

El Señor Jesús, en la noche en que fue traicionado, tomó un pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: "Este es mi cuerpo, que es para ustedes. Hagan esto en memoria de mí." De la misma manera, tomó también la copa, después de cenar, diciendo: "Esta copa es la nueva alianza en mi sangre. Hagan esto, cuantas veces la beban, en memoria de mí." (1 Cor. 11:23-25) La Eucaristía (también llamada Santa Comunión) es la fuente y el culmen de la vida cristiana. En el corazón de la celebración eucarística están el pan y el vino que, por las palabras de Cristo pronunciadas por el sacerdote y la invocación del Espíritu Santo, se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Por lo tanto, Cristo se hace realmente y verdaderamente presente en la Eucaristía. La participación en la Eucaristía nos une con Jesús, nos sustenta y fortalece en nuestro peregrinaje terrenal, nos ayuda a anhelar la vida eterna y nos une a todos los miembros de la Iglesia.

La recepción de la Primera Eucaristía generalmente tiene lugar en un entorno parroquial. Los niños que han sido bautizados comienzan asistiendo a un programa de formación de fe parroquial o a una escuela católica, y luego pueden inscribirse en el proceso de formación sacramental para prepararse a recibir este maravilloso don de la Eucaristía. Durante este mismo período de formación, los niños también se preparan para recibir el Sacramento de la Reconciliación antes de la Primera Comunión.

Si usted es coordinador parroquial, haga clic aquí para obtener recursos sobre la Primera Comunión.

La Confirmación, junto con el Bautismo y la Eucaristía, forman los Sacramentos de Iniciación que están todos íntimamente conectados. En el Sacramento de la Confirmación, la persona bautizada es "sellada con el don del Espíritu Santo" y es fortalecida para el servicio al Cuerpo de Cristo.

Confirmación juvenil: El Proceso de Confirmación Juvenil está supervisado por la Oficina de Catequesis y Evangelización de Adolescentes. Haga clic aquí para obtener esta información.

Confirmación de adultos: El Proceso de Confirmación para Adultos está destinado a aquellos que tienen al menos 18 años y han terminado la escuela secundaria. Estos adultos han sido bautizados, han estado activos en su práctica de la fe, pero por una razón u otra nunca han recibido el sacramento de la Confirmación. El registro y la preparación se coordinan a nivel parroquial. Las celebraciones litúrgicas para adultos se celebran tradicionalmente dos veces al año: a principios de enero, alrededor del Bautismo del Señor, y en primavera/verano, alrededor de la fiesta de Pentecostés.

Si usted es coordinador parroquial, puede hacer clic aquí para obtener los recursos de Confirmación para Adultos.

La RICA es un proceso destinado a formar a adultos y niños en edad catequética que buscan la plenitud de la vida cristiana y convertirse en discípulos de Jesús, su maestro. Esto incluye una iniciación gradual en el misterio de la salvación, la práctica de la fe, la esperanza y el amor, y otras virtudes en una sucesión de ritos litúrgicos que conducen a los sacramentos de iniciación.

El Proceso de Iniciación Cristiana está diseñado para:

1. Cualquier persona de 7 años o más que nunca haya sido bautizada.
2. Cualquier persona de 7 años o más que haya sido bautizada válidamente en otra tradición religiosa y que esté considerando unirse a la Iglesia Católica.
3. Aquellos bautizados en la Iglesia Católica que no han recibido catequesis y ahora buscan completar su iniciación sacramental.

Por favor, póngase en contacto con su parroquia local para obtener más información o para comenzar este proceso.

La Oficina de Evangelización y Catequesis colabora con la Oficina de Culto para proporcionar directrices, apoyo y recursos a aquellos responsables de la coordinación de este proceso.
Haga clic aquí para obtener más información.